Es un líquido natural que proviene de los cocos maduros, concretamente de mezclar la pulpa con agua. Cuando abres un coco fresco, el líquido blanquecino y lechoso que sale de él es agua de coco natural, pero si bates la pulpa y luego la filtras con un colador, el resultado es un líquido más denso conocido como leche de coco.
¿En qué se diferencian estos dos líquidos? Cuando un coco está maduro, la mayor parte del agua que hay dentro se convierte en pulpa. Por eso, los cocos maduros tienden a ser mejores para hacer bebida de coco, mientras que los cocos más jóvenes (entre cinco y siete meses) son los mejores productores de agua de coco. El agua de coco es más rica en azúcares y ciertos electrolitos, mientras que la leche contiene más ácidos grasos saludables (provenientes del aceite de coco) y, en consecuencia, es más calórica.